En el Foro “Realidades y Retos para la Empleabilidad Juvenil y Responsabilidad Social Empresarial”, participaron representantes del Poder Judicial, Cruz Roja Nicaragüense y organismos que trabajan con jóvenes infractores de la ley.

“Es notorio que en muchos procesos penales con adolescentes ni se ha llegado a juicio, pues por la levedad del delito se ha logrado una conciliación con la víctima o el ofendido, donde inclusive el afectado ha dicho: no quiero que vaya preso, prefiero que busque un empleo, que busque como estudiar, que vaya a barrer las calles, pero que haga algo productivo para la sociedad”.

La funcionaria explicó que aunque hay centros que dan la capacitación en mecánica automotriz, electrónica y otros oficios, dichos proyectos tienen una duración limitada, por lo que es necesario que más instituciones se involucren no solo en capacitaciones sino también en oportunidades que incluyan a esos infractores de la ley, que ya han saldado su deuda con la sociedad.

La licenciada Mendez Varela consideró que a pesar de que el Código de la Niñez y la Adolescencia tiene ya 16 años de vigencia, es predominante el desconocimiento y los prejuicios ante esta ley, que genera percepciones equivocadas sobre los jóvenes que están o han estado bajo proceso penal especializado, obviándose los buenos resultados de la justicia restaurativa.

No son mareros
La directora de la OTSSPA comentó una singular diferencia entre los jóvenes de Nicaragua que han estado involucrados en alguna pandilla y que tienen tatuajes y los jóvenes tatuados que integran las maras; mientras los nicaragüenses se avergüenzan de sus tatuajes y luego tratan de borrarlos u ocultarlos, los de las maras los exhiben con orgullo y llaman a la pandilla como su familia.

¨Todavía nuestros jóvenes, a pesar de tener hogares deteriorados, sienten alguna relación emotiva con el seno familiar, inclusive en sus tatuajes tienen el nombre de sus madres o novias y los llevan en lugares ocultos, mientras que los de las maras son el nombre de la pandilla y sienten que la pandilla con la que delinquen es su familia¨, comentó la licenciada Arelli Mendez Varela.

Lic. Arelli Méndez Varela, directora de la Oficina Técnica  para el Seguimiento del Sistema Penal de Adolescentes de la Corte Suprema de Justicia, OTSSPA.

El señor Matthias Dietrich, director ejecutivo de la Unión Nicaragüense para la Responsabilidad Social Empresarial (Unirse), que también participó como panelista en el foro, explicó que la fundación a la que representa tiene la intención de despertar el interés de las empresas para que trabajen por la inclusión de los adolescentes en sus áreas de trabajo, dándoles una perspectiva de desarrollo económico y social.

“Trabajamos con todo tipo de empresas que puedan ofrecer una oportunidad laboral para los jóvenes, porque hemos visto que poco a poco crece el interés de estas en actividades que aunque no son propiamente económicas, están enfocadas en problemas centrales de desarrollo social, donde las empresas también se dedican a la inclusión de adolescentes y adultos que han tenido problemas con la justicia y personas en situación de riesgo o vulnerabilidad”, afirmó el director de Unirse.

Diedritch destacó sin embargo la necesidad de que más empresas asuman su responsabilidad social con estos jóvenes que representan el futuro de la sociedad y merecen una segunda oportunidad para enmendarse.