Escrito por Carlos Domingo Ferrey García

* Oficina de Ejecución, Seguimiento y Vigilancia de la Sanción Penal para Adolescentes (OEVSPA), en coordinación con trabajadoras sociales de Cruz Roja Nicaragüense.

La búsqueda y reforzamiento de valores que permitan la reinserción social de los jóvenes en conflicto con la ley, son algunos de los objetivos a lograrse en la serie de talleres que la Oficina de Ejecución, Seguimiento y Vigilancia de la Sanción Penal para Adolescentes (OEVSPA), en coordinación con trabajadoras sociales de Cruz Roja Nicaragüense, imparten periódicamente en el Complejo Judicial Central Managua.
 

Lic. Vanessa López Altamirano trabajadora social de Cruz Roja Nicaragüense.

En estos encuentros, los jóvenes exteriorizan la forma en que perciben a la sociedad, a las entidades de justicia, a sí mismos y los valores que consideran más importantes.

Durante los talleres realizados con distintos grupos de jóvenes en conflicto, el respeto y el amor fueron los más mencionados como valores que sienten les han sido violentados o privados. Estas dos palabras se destacaron también en la lista de principios que los menores consideran cruciales para crecer como personas dignas en sociedad.

Una de las dinámicas usadas, fue la de plasmar en el papel un dibujo que represente a su comunidad, a su familia y a las autoridades penales; en otro dibujan cómo se perciben a sí mismos. La interpretación de los dibujos, refiere la trabajadora social de Cruz Roja, licenciada Vanessa López Altamirano, es muy importante por el “metalenguaje” (lenguaje oculto detrás del texto) que estos contienen.

Cada dibujo esconde un lenguaje oculto que comunica un mensaje que los jóvenes no expresan verbalmente.

El metalenguaje
Según Altamirano, “a pesar de que tal vez no todos poseen las facilidades para el dibujo, lo que ellos plasman en el papel denota cosas que no son expresadas verbalmente, desde la ubicación dentro de cada ilustración hasta el tamaño en que el menor en conflicto con la ley se dibuja en relación a su entorno”.

“Todo tiene una interpretación, desde los colores y tamaños de las ilustraciones; en estos dibujos ellos reflejan hogares donde hay maltrato, carencia de valores y violencia por parte de la policía y autoridades penitenciarias”, dijo la trabajadora social.

Por medio de dibujos los jóvenes ilustran la forma en la que perciben el mundo y como se ven a sí mismos dentro de la sociedad.

En el periodo de retroalimentación, se abrió un diálogo franco entre jóvenes que gozan de medidas alternas a la prisión y los que ya cumplieron penas en la correccional de menores. Estos últimos hablaron de sus experiencias con la privación de libertad, destacando la importancia de cumplir con las normas de civismo y el respeto a las leyes.

Un detalle particular percibido por la trabajadora social entre los jóvenes que participaron en los talleres, es la falta de habilidades que se adquieren durante la infancia en la etapa preescolar, así como de conocimientos básicos que son enseñados en la primaria y secundaria, ya que de alguna manera el derecho a la educación en muchos casos les ha sido cercenado.

 

En la lista de valores enumerados por los jóvenes participantes al taller, el amor y el respeto figuran en primer lugar en orden de importancia.

 

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