Escrito por Carlos Domingo Ferrey García

Adolescentes privados de libertad que cumplen penas en el bloque de adolescentes del Sistema Penitenciario de Tipitapa, practican yoga todos los jueves por la mañana.
 

Una de las posturas de yoga con cierto nivel de dificultad, que a criterio de la instructora ayuda a los adolescentes a lograr equilibrio y concentración.

Se trata de un novedoso sistema de reeducación social, coordinado por la Oficina de Vigilancia de la Sanción Penal de Adolescentes de Managua (OEVSPA) y la organización Casa Alianza.

La directora de la Oevspa, licenciada Erika Blandino Cruz, informó que la ejecución de esta nueva dinámica tendrá duración de un año, durante el cual cada jueves los adolescentes privados de libertad participarán en ejercicios de yoga y juegos de futbol.

Rebeca Wheaton González, instructora de yoga de Casa Alianza, afirmó que estos ejercicios son muy útiles para canalizar la energía de los adolescentes privados de libertad, ya que muchos de ellos reflejan en sus cuerpos señales de estrés y el yoga los lleva al relajamiento.

 

La instructora de yoga Rebeca Wheaton González, durante un momento de charla con los adolescentes privados de libertad.

“Cuando las energías de una persona están bloqueadas, esto se convierte en un estrés que se recarga en un aérea especifica del cuerpo; la mayoría de los muchachos tienen problemas de circulación y dolores en la espalda”, explicó Wheaton González.

Los ejercicios
Los ejercicios practicados en cada sesión en horas de la mañana, van desde estiramientos, rotaciones, vibraciones y estimulación de energías; en ellos participan la mayoría de los adolescentes del penal, ya que estos ejercicios representan un cambio en sus monótonas rutinas diarias.

“La única persona responsable de vos sos vos mismo”, afirmó la instructora al dirigirse a los jóvenes, instándoles a ser más beligerantes en su auto cuido y practicar por iniciativa propia los ejercicios que han venido aprendiendo.

En la gráfica, ejercicios de extensión y relajamiento que fueron ejecutados con un aceptable nivel de participación y disciplina.

“Si puedo cambiar mi cuerpo, puedo cambiar mi entorno”, dijo Wheaton a los adolescentes durante la ejecución de los ejercicios, ya que según refirió, muchos asumen que sus estados emocionales dependen de otras personas, echando la culpa a otros cuando somos nosotros los que tenemos en nuestras manos la posibilidad de cambiar.

La instructora de yoga consideró importante invitarlos a la auto reflexión, porque no todo el proceso reeducativo está en manos de los trabajadores sociales o psicólogos que los atienden, sino que también el adolescente debe poner de su parte para lograr un cambio en sus vidas.

“Conocerse a uno mismo para replantear su vida y mirar donde has fallado”, es importante según Wheaton, ya que con el cambio emocional es más fácil para el adolescente enfocarse no solo en las causas y efectos de sus actos, sino también en las soluciones.

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