La experta en psicología relató cómo la oración y la fe la han sostenido en los tres años recientes, en los que ha recibido los golpes más demoledores que un ser humano puede sufrir: la muerte de un hijo o hija y la de una madre.

 

“Pero aquí estoy, agradeciendo a Dios por los 19 años de vida de mi hija y por la de mi madre; desde hace tres años el Señor empezó conmigo un nuevo proceso; mi hija enfermó gravemente y por casi ocho años batallé con ella en los hospitales, hasta que al final falleció hace tres años; iniciando el 2,018 fallece mamá”, recordó Herrera Vásquez, miembro del Consejo Técnico Asesor.

 

Una experiencia similar compartió el conserje Eddy Acevedo Mayorga, quien aseguró haber hablado con Dios cuando una madrugada Él le ordenó que ayunara 21 días. “El 17 de septiembre empezó en mi una lucha interna, porque me sentía débil y el diablo me decía que dejara el ayuno, pero una voz me animaba a seguir”, expresó.

 

De acuerdo con el testimonio de Acevedo Mayorga, cuando faltaba una semana para terminar  el ayuno, recibió la noticia de que su hijo había sufrido un gravísimo accidente y al verlo en la cama del hospital con el rostro desfigurado, pensó que su final había llegado.

 

No obstante, señaló que se entregó más que nunca a la oración, continuó el ayuno y ofreció retomar la fe para que su hijo se salvara, lo que finalmente logró porque en cuestión de horas su hijo fue dado de alta y desde entonces se dedica a predicar la palabra de Dios cada fin de semana.

 

La actividad cristiana fue organizada por Abigail Calero Cortez, Moisés Hernández Méndez y Cintya Alvarado Paiz.