Notas de Prensa

Modelo de Atención a victimas brinda atención integral e intercultural en la RAAN

lunes, 07 de abril de 2014


Escrito por Jairo Arnulfo Ubieta Huete

El Modelo  de Atención Integrado a víctimas de violencia (MAI), ubicado en Bilwi, Región del Caribe Norte, “es un espacio donde la mujer recibe una  atención integral e intercultural por las característica propias de la Región”, expresó la doctora Silvia Osmara Scott, delegada del Instituto de Medicina Legal ante esta estructura de atención.

La doctora Scott, quien es médico forense, expresó que el MAI lo brindan --en el Centro de Atención Integral que funciona en la Comisaría de la Niñez y la Mujer--, a mujeres víctimas de violencia de los barrios de Bilwi y comunidades indígenas miskitus, mayangnas, creole y mestizas.


La medica forense doctora Silvia Osmara Scott

“En este centro tomamos muy en cuenta el enfoque intercultural y la diversidad, sin llegar a un extremo de ver a una etnia mayor o más importante que la otra”, aseguró la médico forense. 

“Tenemos el cuidado de atender a cada mujer respetando su costumbres y su lengua”, dijo la doctora Scott, quien habla miskitu, inglés y español. “Esto me permite acercarme y darle confianza a las víctimas para que se expresen como ellas deseen, con sus  propios gestos, respetando su cultura y su cosmovisión”, agregó.

En este modelo acompañan a la doctora Scott un grupo de mujeres y hombres que en su mayoría hablan los idiomas de la región y le dan mucho valor a la parte cultural de cada una de las mujeres víctimas que buscan justicia a sus causas.

Por ejemplo, dijo la doctora Scott, hemos atendido casos donde la mujer expresa que se dejó violar por un sikakaira (curandero en miskitu), y no hizo nada por miedo, por temor. Que no se defendió aún cuando el hombre no tenía un cuchillo en la mano, porque “sé que él puede hacerme daño, porque es sikakaira”.

“Cuando escuchamos estas declaraciones tratamos de respetar sus creencias, sin culparlas ni discriminarlas por lo que dicen. Al contrario, le brindamos un trato igual que a las demás mujeres que acuden a buscar ayuda o a denunciar que fueron víctimas de una agresión sexual”, manifestó la médico forense.

El instituto de Medicina Legal ha logrado  realizar los  peritajes a las mujeres violentadas, añadiéndole el enfoque intercultural característico de las Regiones Autónomas del Caribe, explicó la médico forense.

“En este  modelo --donde está involucrada la Comisaria de la Mujer, el IML y la fiscalía--,  atendemos a las mujeres indígenas miskitas, mayangnas, creoles o mestizas, de  forma expedita y les facilitamos  el acceso a la justicia de acuerdo a sus propias costumbres”, agregó la doctora Scott. 

“Cuando brindamos esa atención en su propio idioma y respetando su cosmovisión, estamos restituyéndoles sus derechos a estas mujeres violentadas”, aseguró la funcionaria del Instituto de Medicina Legal.

 

Licenciada Ivette Pineda psicoga del modelo de atencion

Las estadísticas en el  primer año de funcionamiento del Modelo de Atención Integrado muestran  que las mujeres que más sufrían violencia, eran las que provenían de las comunidades aledañas. Sin embargo, esta tendencia se ha revertido. Ahora las mujeres del casco urbano de Bilwi son las que más denuncian violencia en sus hogares, aunque esta tendencia varía según los meses del año aseguró la doctora Scott.

La médico forense explicó que una víctima de la RAAN no es igual a una del Pacifico. “Primero, porque partimos que la mayoría de las mujeres que nos visitan son de comunidades indígenas y dentro de sus comunidades tienen sus roles establecidos y sus propias costumbres”. 

La mayoría de las mujeres que atienden en el MAI son indígenas miskitas y existen ciertos meses que la violencia se dispara, aseguró la psicóloga Ivette Pineda.

Los meses del año tienen mucho que ver con el tema de violencia. Por ejemplo, un estudio realizado por el MAI reveló que los buzos o trabajadores del mar, agreden a su mujer por un problema de cultura y cosmovisión.

El estudio reveló que los trabajadores del mar agreden a sus mujeres porque en el mar hay un pez que si los muerde cuando están en plena faena, es debido a que la esposa o la mujer le es infiel. “Esto es lo que ellos piensan y es un factor de violencia entre las mujeres”, explicó la doctora Scott.

“Las mujeres indígenas creen en el mal o que pueden ser  hechizadas. Este es un factor importante en la violencia sexual dentro de las comunidades. La cosmovisión de creer en lo sobrenatural, de qué le puede causar daño o no, tiene que ver con sus creencias.

Las mujeres indígenas son mucho más vulnerables que las mujeres del Pacífico y por eso la atención debe ser especial, tomando en cuenta el aspecto intercultural, entendiendo su cultura y respetándola”, finalizó la doctora Scott.

 

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