La gestión directa ante la autoridad judicial de las y los usuarios de la justicia de Familia, también redunda en la agilización de las resoluciones.

Entre enero y abril del 2013, los judiciales evacuaron 1,147 resoluciones en sus cuatro modalidades (autos, autos motivados, sentencias interlocutorias y sentencias definitivas), pero en este cuatrimestre no sólo se alcanzó esa cifra sino que la sobrepasaron en 1,324 más.

A juicio del juez Cuarto de Familia de Managua, doctor José Ramón Barberena Ramírez, ese incremento tiene su explicación en que en este cuatrimestre hubo más estabilidad en el trabajo jurisdiccional porque la carga judicial no se redistribuyó como sí se hizo el año pasado en tres ocasiones.

La redistribución pretendía equiparar la carga judicial entre todos, ya que a raíz del nombramiento de cuatro jueces más de Familia en noviembre de 2012, se dio un desbalance porque estos quedaron con un promedio de 1,500 asuntos y las jueza Primero y Segundo de Familia con 2,200 casos cada una.

Además del reacomodo de la carga judicial realizado en dos oportunidades más, se observó que la demanda del servicio sobre todo en los temas de pensión de alimentos y divorcios iba en aumento, por cuanto llegaron a constituir más del 30 por ciento de los ingresos nuevos diarios.

Eficacia de los ajustes
Con el tiempo y las medidas adoptadas, se logró que la carga judicial promedio de cada judicial se mantenga entre 1,200 y 1,300 aproximadamente. Además, ante el aumento de las demandas de divorcio y alimentos, a partir del 5 de mayo empezaron a funcionar dos juzgados locales dedicados única y exclusivamente a tramitarlos y resolverlos.

El doctor Barberena refirió que otro factor que incidió en el mejoramiento de la productividad fue la instalación del “semáforo judicial” en sus despachos, el 15 de febrero pasado.

Este sistema permite a cada juez conocer con propiedad la cantidad de causas a su cargo que están suspendidas, en trámite o terminadas, y con ello priorizar su tramitación para disminuir o eliminar la mora judicial.

El “semáforo judicial” es el sistema de alarma electrónica que utiliza los tres colores de ese aparato, para advertir a primera hora del día a cada juez, sobre el estado de cada causa, de manera que este no se permita excederse en el tiempo de tramitación y resolución definitiva.