Doctora Karen Gutiérrez Rivas, jueza Primero Local de Familia.

“Estamos bien satisfechas por el trabajo realizado con nuestros equipos y consideramos que es una carga manejable” (la tramitación de los 577 juicios), manifestaron las titulares de ambos juzgados, Karen Gutiérrez Rivas y Mercedes Leiva Castellón.

El 5 de mayo pasado, las doctoras Gutiérrez y Leiva iniciaron funciones al frente de ambas judicaturas, luego que el Consejo de Administración y Carrera Judicial ordenó su traslado como juezas locales de Familia para evacuar juicios por alimentos y divorcios, que representaban una carga importante para los juzgados de distrito de esta materia.

De acuerdo con las judiciales, la rapidez con que han resuelto los 43 juicios se explica “porque para nosotras esto no es nada nuevo, estamos acostumbradas a proveer ya que como fuimos juezas locales civiles tramitamos casos de Familia en las que las acciones de mayor volumen eran alimentos y divorcios unilaterales”.

Objetivo es agilizar
Agregaron que al asumir las judicaturas decidieron que sus despachos tramitarían las causas y al llevar el seguimiento de estas sin la intervención de la oficina respectiva, el proceso se agilizó grandemente en beneficio de las y los usuarios del Tribunal.

“Lo hacemos así para no acumular más el trabajo en la Oficina de Tramitación que entendemos tiene bastante carga de los otros juzgados; quince días para resolver un expediente para nosotros es demasiado tiempo”, señalaron.

Parejas de cristal
De las 577 causas ingresadas, 298 correspondieron al Juzgado Primero Local de Familia (144 por alimentos y 154 por divorcios unilaterales) y 279 al Juzgado Segundo (139 por alimentos y 140 por divorcio unilateral).

Entre ambos juzgados, los juicios tramitados por alimentos fueron 283, mientras que 294 correspondieron a divorcios unilaterales. En el mismo período las judicaturas celebraron 147 mediaciones y 28 trámites conciliatorios, según registros de la Oficina de Implantación del Complejo Judicial de Familia.
 

Doctora Mercedes Leiva Castellón, jueza Segundo Local de Familia.

Las doctoras Leiva y Gutiérrez coincidieron en que en promedio diario, cada juzgado acoge entre doce y quince expedientes nuevos, y la mayoría son divorcios unilaterales en los que por lo general “no hay hijos ni bienes que distribuir y por tanto no hay nada que discutir”.

La jueza Leiva Castellón observó que en los juicios de divorcio unilateral, gran parte de las parejas no llevaban mucho tiempo de convivencia ya que ha tramitado algunas que se juntaron este año  y ahora dicen que se separan “por falta de entendimiento (con su cónyuge) o porque tienen otra pareja”.

Para ambas juezas es difícil saber con certeza el motivo del divorcio cuando es unilateral y no hay hijos ni bienes de por medio, porque no hay trámite conciliatorio y el demandante se limita a decir que pide la disolución por falta de entendimiento.

En esas circunstancias, agregan, es difícil que la contraparte conteste la demanda aunque haya sido notificada, pero “lo que llama la atención es que las uniones datan del 2012, 2013 o hasta de este año y la relación ya se rompió”.

También han observado que son pocos los divorcios en parejas que ya tienen hijos de hasta 35 años de edad pero se separaron hace cinco. “Puede ser subjetivo, pero algunos podrían esperar hasta que los hijos cumplen la mayoría de edad para no dar alimentos ni pelear la guarda”, comentó la jueza Gutiérrez Rivas.