Notas de Prensa

Editorial

sábado, 10 de enero de 2015


Escrito por Dirección General de Comunicación

"Torciendo el Derecho" para defender a los autores de la masacre

Una entrevista concedida a finales del año pasado por la presidenta de la Corte Suprema de Justicia, Dra. Alba Luz Ramos Vanegas, al semanario “Confidencial”, ha servido de pretexto para reiniciar en año nuevo la campaña permanente de la derecha mediática contra el gobierno del presidente Daniel Ortega y las instituciones del Estado.

Como ya es tradicional en el manejo que hace la prensa oficialista --pues no son sino los voceros oficiosos de los partidos políticos enemigos del gobierno--, la entrevista entremezcla las afirmaciones de la Doctora Ramos con las mentiras preconcebidas del semanario en mención, sacando de contexto las declaraciones vertidas para confirmar una opinión editorial ya establecida de antemano, según la cual a los culpables del atentado terrorista del 19 de Julio de 2014 no se les aplicó el “debido proceso”, por lo cual, según ellos, los asesinos no deberían estar presos, sino gozando de plena libertad.
 

Durante la entrevista, la presidenta de la Corte lo primero que hizo fue aclararle al periodista que ella no podía declarar sobre el juicio porque no desempeña funciones jurisdiccionales en la CSJ ni ejerce control directo sobre las actuaciones propiamente jurisdiccionales de las jueces y jueces pues no pertenece a ninguna de las Salas del supremo tribunal sino al Consejo Nacional de Administración y Carrera Judicial. Esta afirmación de la doctora Ramos, clave para delimitar el contexto de sus declaraciones, fue omitida por el medio.

Con esta omisión el semanario en cuestión da por sentado que la presidenta de la Corte habla “como jueza”, para terminar logrando su objetivo de culpar al presidente Ortega de “intromisión” en los asuntos del Poder Judicial, lanzándole una cortina de humo a lo que está en el fondo: el atentado terrorista sin precedentes en la historia nacional que todo el pueblo de Nicaragua condenó, incluso éstos que ahora justifican los asesinatos cometidos so pretexto de velar por el “debido proceso” y el Estado de Derecho.

La presidenta de la Corte en ningún momento ha “disentido” de la versión de la Policía Nacional, que calificó el hecho como un caso de delincuencia común, sino todo lo contrario. La doctora Ramos no hizo más que afirmar una verdad que todo Nicaragua sabe: que la motivación del acto terrorista fue política, porque se atacó una caravana de simpatizantes sandinistas, que venían de celebrar el aniversario de la revolución. Obviamente el motivo fue político: decirle al pueblo de Nicaragua: “si seguís yendo a las manifestaciones del Frente, te matamos”.

Pero eso no convierte el hecho en un delito político. Es un delito común, como así está considerado en todo el mundo; no es un delito contra una institución o partido en particular, sino contra ciudadanos inocentes e indefensos. Por eso así fue remitido por la Policía Nacional y la Fiscalía al Juez. Y así fue debidamente juzgado.

La manipulación del hecho por parte de la derecha mediática es gigantesca. Se trata, efectivamente, del Derecho torcido. Se acusa al presidente Ortega de haber “condenado” a los terroristas, como si él fuera juez, en un acto público, algo que jamás hizo el dirigente. En el acto del Ejército el presidente condenó el acto terrorista, pero en ningún momento dijo: “ya le ordené al Poder Judicial que los declare culpables”, como abiertamente miente el medio oficialista.

Como vemos, la supuesta “verdad” no es sino la burda manipulación que hacen los hipócritas fariseos, quienes el día del hecho lo salieron condenando, pero apenas unas horas después empezaban a defender a los culpables, como hasta ahora lo siguen haciendo.

Y esto se lo dijo claramente la doctora Ramos al periodista de Confidencial, que por supuesto no lo publicó: “Ustedes se rasgaron las vestiduras, primero condenaron el hecho e inmediatamente después defendieron a los terroristas”.

Lo ocultan porque el meollo del asunto, su verdadera intención, es “limpiar” a los autores del crimen, eximirlos de responsabilidad y convertirlos en reos “políticos”, estimular y justificar la existencia de bandas armadas, crear una nueva “contra” y lanzar estiércol sobre el prestigio del país como la nación más segura del istmo.

Con tal de lograr su objetivo de derrocar al gobierno, para lo cual no desestiman ningún medio, les vale un pito la paz y la seguridad ciudadana, el orgulloso índice de menos de 12 homicidios por cada cien mil habitantes y el reconocimiento internacional a Nicaragua como vanguardia en la lucha contra la delincuencia, el narco terrorismo y el crimen organizado internacional.

El mensaje del ataque contra la caravana sandinista del 19 de Julio no iba dirigido “al FSLN”, como afirman los “analistas” de la derecha mediática, sino a la sociedad nicaragüense. Como le dijo la doctora Ramos al periodista durante la entrevista (y por supuesto, no lo publicó): “la sociedad necesita que se siente un precedente, hoy fueron ellos, mañana puede ser Usted, o yo”.

En Nicaragua jamás había ocurrido un atentado de tal magnitud. Y lo que hicieron las instituciones del Estado no fue más que defender a la sociedad. Y lo seguiremos haciendo, por más que mienta la derecha mediática oficialista.
 

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