El Dr. José Ramón Barberena Ramírez, juez Cuarto de Distrito de Familia, notificó la resolución que no da lugar a la petición de retirar la autoridad parental al padre demandado.

Entre los alegatos presentados por la parte demandante para alejar temporalmente al niño de su padre, figuran “actos reprochables” de parte de este como el de obligarlo a decirle mamá a la madrastra, lo que estaría causando mal comportamiento y trastornos en la personalidad del menor, quien supuestamente se ha vuelto malcriado, indisciplinado, rebelde, agresivo, desobediente y con actitud retadora frente a ella.

Tras analizar evidencias y testimonios, el titular del Juzgado Cuarto de Distrito de Familia de Managua determinó que lo procedente en el caso es que los progenitores se sometan a terapia especializada “para mejorar las relaciones paterno filiales”, pues la inexistente comunicación entre ellos es lo que estaría trastornando la conducta del niño.

“Estoy obligado a hacer prevalecer lo regulado en la Constitución Política, la Convención de los Derechos del Niño, el Código de la Niñez y la Adolescencia y el Código de Familia, que establece que su opinión debe ser tomada en cuenta y que en las decisiones que tome cualquier autoridad debe decidir las que más le favorezcan”, explicó el juez Barberena Ramírez.

Estudios sicosocial determinante
El judicial valoró un epicrisis del Ministerio de Salud que deja entrever que hay un conflicto entre los padres, aparentemente motivado y agravado porque el niño es el único hijo de ambos, conflicto que podría explicar su cambio de conducta.

Dr. José Ramón Barberena Ramírez, juez Cuarto de Distrito de Familia de Managua.

Asimismo, examinó los resultados de los estudios psicológicos y sociales que coinciden en señalar que los entornos paterno y materno no representan ningún riesgo para la integridad del niño, quien sin embargo muestra afectación psicológica leve compatible con depresión, “por la forma inadecuada en que se relaciona con los padres”.

La sicóloga María Auxiliadora Castro señaló que a causa de ello, el menor ha desarrollado estrés, tristeza, inquietud y leve agresividad, sobre todo en el entorno escolar y materno, y previno que “puede existir factor de riesgo si el conflicto entre los padres continúa”.

Por su parte, la trabajadora social Martha Estrada Rodríguez indicó que “en el entorno materno y paterno lo que falta es una buena comunicación entre ambos padres”.

Las partes involucradas confirmaron las apreciaciones de las expertas, pues en audiencia expresaron lo que les incomoda de su ex pareja y mientras ella dice que el padre no la toma en cuenta ni le informa adonde lleva al niño, pero lo vive interrogando acerca de su vida personal, el progenitor le reprochó que en una ocasión  llevaron al niño a Matagalpa en la tina de una camioneta junto a la abuela materna.

“Este niño lo que está es llamando la atención y aprovechándose del estira y encoge de sus progenitores, lo que los debe llevar a la reflexión a ambos para que depongan sus actitudes personales”, advirtió la sicóloga Castro.

“Continúese la relación padre e hijo según lo acordado por ambos progenitores en el Ministerio de la Familia y remítase a estos a la Escuela de Padres durante un período de tres meses”, sancionó el juez Barberena Ramírez.