Notas de Prensa

Anciano muere mientras enfrentaba juicio promovido por hijos para declararlo incapaz

martes, 09 de octubre de 2018


Escrito por Janelys Del Socorro Carrillo Barrios

* Era víctima de maltrato psicológico por parte de los hijos, según un informe emitido en febrero pasado por el Instituto de Medicina Legal.

Toda una vida de trabajo y entrega a la familia que fundó 50 años atrás, llegó  a su fin para un hombre que a sus 72 años terminó sus días en una silla de ruedas, con las dos piernas amputadas y enfrentando un juicio que según él, le montaron dos de sus hijos para quedarse con un taller de rectificación de motores y otros bienes que adquirió con mucho sacrificio.

En el reconocimiento judicial que el juez José Ramón Barberena realizó en presencia del ahora finado, José Gerardo Lara Saravia (en silla de ruedas), este externó su deseo de llegar diario a su taller y participar de su administración, algo que no se cumplió pese a una orden  judicial

El juicio que don José Gerardo Lara Saravia enfrentó hasta el último día de su vida fue promovido por sus hijos Rosa Lizeth y José Benito Lara Palma, quienes solicitaron al juez José Ramón Barberena Ramírez, que declarara su incapacidad, pese a que durante el proceso no presentaron mayor evidencia que soportara esa condición.

Con base en el Artículo 46 del Código Civil de Nicaragua, que establece que “termina la existencia de la persona por la muerte natural de ella”, el 31 de agosto pasado el juez Barberena Ramírez mandó a archivar definitivamente las diligencias “considerando que el sujeto pasivo de este proceso ya no existe” y por tanto “no hay razón para continuar”.

Días antes, durante una audiencia de vista, el judicial reprobó la “deslealtad” de las partes en vista que habiéndoles conminado a informar los nombres de los familiares omitieron el de una hermana. A ello se sumó el hecho de que en las audiencias, los planteamientos particularmente de la parte demandante se enfilaban al interés por adquirir los bienes del anciano y no a la presunta incapacidad que le atribuían.

En la audiencia del 14 de mayo, Rosa Lizeth a través del abogado Marcos Antonio Medrano, indicó que “mi persona hizo un informe de toda la maquinaria que existe a nombre de él (el demandado), la escritura número 44 de donación de máquinas de torno para que en el inventario no entren las que fueron donadas a mi representada, escritura 123 donde el demandado le dona una propiedad y otra por la que (también) recibe un arrendamiento de 120 dólares mensuales”.

Mente sana, corazón destrozado
Un informe de la psicóloga clínica forense del Tribunal de Familia, Luz Haydée Herrera Vásquez, designada para elaborar una valoración psicológica a don José Gerardo y determinar si había méritos para declarar su incapacidad, detalla que él recordó su fecha de nacimiento, los nombres de sus padres, los de sus  hermanos, donde estudió su oficio, los años que lleva ejerciéndolo, detalles sobre la fundación de su taller, la calidad del servicio que prestaba, el nombre de su fallecida esposa y la fecha de su muerte, los nombres y edades de los tres hijos que tuvo con ella, el motivo de su muerte y fecha del suceso.

Agrega  que si bien sus funciones mentales y cognitivas están levemente deterioradas, sus facultades mentales, capacidad de raciocinio y juicio son adecuados y satisfactorios para su edad. Sin embargo, la experta en psicología encontró que el estado afectivo emocional depresivo en que lo encontró ese día estaba asociado a una crisis familiar y los duelos de personas amadas que don José Gerardo no había podido elaborar, lo que incidía negativamente en el curso de sus enfermedades crónicas: hipertensión y diabetes tipo 2.

Producto de la diabetes, en el año 2,012 a don José Gerardo le amputaron su pierna derecha, y en el transcurso del juicio la enfermedad escaló provocando la amputación de su otra pierna, hechos que sumado a su estado emocional minaron su salud hasta llevarlo a la tumba.

Los hijos del anciano demandado (tercero, cuarto y sexto de izquierda a derecha), discutieron profusamente sobre el fracaso económico del taller y muy poco sobre la salud de su padre La maquinaria del taller de don José Gerardo Lara Saravia fue mostrada ampliamente por los hijos al juez Cuarto de Distrito de Familia, doctor José Ramón Barberena Ramírez (camisa celeste)


La experta en Psicología sostiene en el informe que el anciano refiere que muchas veces queda solo y encerrado en la casa; se siente muy triste por lo que está pasando en su familia y por los acontecimientos que rodearon la muerte de su esposa, luce entristecido y llora por un sentimiento de pérdida de seres queridos, la salud y sus bienes, se siente despojado y enjuiciado por sus hijos, recalcó.

“Hay indicadores graves de descuido y negligencia en su cuidado de parte de los hijos, notorios en su apariencia y cierto olor por falta de higiene. Esto se traduce en maltrato y violencia sicológica… todo es un factor de alto riesgo para su salud”, determinó la licenciada Herrera Vásquez.

 “Se expresa con gran resentimiento y enojo acerca de sus hijos José Benito y Rosa Lizeth;  refiere que ella le hace la vida imposible y que ambos se quieren adueñar de su taller y sus propiedades, por eso lo quieren declarar incapaz mentalmente”, consigna el informe psicológico, el que también recoge el sentir del anciano, quien expresó que la disputa de los hijos le causa gran dolor emocional y enojo al sentirse impotente de poder actuar contra tales intenciones.

A las audiencias que el anciano demandado pudo asistir se hizo acompañar por su hijo menor del mismo nombre, a quien sus hermanos (los demandantes) le achacaban la responsabilidad por su mal estado de salud y por el supuesto maltrato que le daba teniéndolo bajo sus cuidados.

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