Notas de Prensa

Analizan valores de quienes quieren divorciarse “a escondidas”

miércoles, 28 de noviembre de 2018


Escrito por Janelys Del Socorro Carrillo Barrios

* Algunos demandan ocultando o falseando la dirección de la contraparte, para evitar que ésta se entere del proceso judicial.

Las personas que llevan adelante un proceso judicial de divorcio a espaldas de su contraparte, demuestran la carencia de valores y principios con que se formaron, coincidieron en afirmar operadores de la justicia de Familia que analizaron este tipo de conducta y que, a veces, las y los abogados también comparten.

Doctora María José Arauz Henríquez, jueza Primero de Distrito de Familia.

Además de las afectaciones que causan a la tramitación del proceso debido a la “deslealtad procesal”, esa actuación se constituye en una agresión emocional y causan un daño difícil de superar en la ex pareja y los hijos e hijas que procrearon, aseguraron.

El testimonio de una mujer que pasó por una experiencia de ese tipo encaja a la perfección en el análisis de dos expertas de la justicia de Familia, quienes catalogaron esa actuación como deshonesta, ventajosa y embustera, así como una forma más de agresión.

“El día que supe que había pedido el divorcio sin que yo me diera cuenta sentí frustración y enojo; es más, sentí que nunca llegué a conocerlo como creía, porque en la demanda dijo que no habíamos procreado hijos”, relató la mujer que labora como profesional en el Estado.

Con el paso del tiempo, la mujer ha reflexionado que lo que su ex pareja hizo fue una cobardía y una falta de ética, porque además de saber perfectamente que ella no tenía interés alguno en mantener el vínculo matrimonial, permitió que el abogado consignara en la demanda que no tenían hijos.

“Divorciarse de alguien sin comunicárselo habla mucho de qué principios y valores tiene esa persona; además de no darle a su contraparte la oportunidad a la defensa, le violenta el derecho de igualdad en el proceso y atenta contra su integridad psicológica y emocional, y más aún, transmite un mal ejemplo ante sus hijos por la forma en que actúa”, valoró la jueza Primero de Distrito de Familia, doctora María José Arauz Henríquez.

Licenciada en Psicología María Auxiliadora Castro.

Agresión emocional
Para la sicóloga del Tribunal de Familia, licenciada María Auxiliadora Castro, actuaciones de mala fe como estas se traducen en una agresión más, porque (sean hombres o mujeres), hacen a espaldas de la contraparte lo que deberían hacer de frente. “Algo ocultan, tal vez no quieren pagar pensión de alimentos o compensatoria, pero eso no es honesto, es falta de valores”, aseguró la psicóloga, con más de 40 años de experiencia en la materia.

Recordó la máxima que prima entre el gremio de abogados, referida a que en Derecho las cosas se deshacen a como se hacen, “y si para casarnos fuimos ante un juez o profesional del Derecho así tenemos que ir a divorciarnos, no a espaldas de la otra persona”.

La jueza Arauz Henríquez explicó que quien da muestras de deslealtad e inmadurez por conductas como esta es una persona que le hace falta desarrollar muchas competencias,  porque está decidiendo algo de gran envergadura y trascendencia para su familia y para la otra persona, pero no logra confrontarse con esa problemática, de manera que actúa de forma egoísta, ventajosa y embustera.

“Las y los jueces debemos estar atentos cuando se habla de domicilio desconocido y que las direcciones (en las notificaciones al demandado o demandada) no sean parecidas”, advirtió la judicial, al agregar que las conductas mencionadas atentan contra los Artículos 27 y 34 de la Constitución de Nicaragua, referidos al derecho de igualdad ante la ley.

El inciso 4 del Artículo 34 reitera que todo ciudadano tiene derecho a que se garantice su intervención y defensa desde el inicio del proceso y a disponer de tiempo y medios adecuados para su defensa.

Para corregir las actuaciones de aquel abogado o abogada que incurre en deslealtad procesal, dijo, se puede girar oficio al Consejo Nacional de Administración y Carrera Judicial para levantar informativo por deslealtad en el trabajo y por afectar el proceso judicial al provocar la nulidad de lo actuado.

La tramitación de procesos (sobre todo de divorcio) sin la notificación correspondiente a la contraparte, es algo que ha estado ocurriendo en el Tribunal de Familia por la “deslealtad procesal” de algunas personas, lo que ha ocasionado que las autoridades judiciales los anulen para evitar  la vulneración de derechos y garantías fundamentales.
 

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