El diseño del perfil del juez y la jueza debe tomar en cuenta que en la justicia especializada de Familia el objeto del proceso es especial porque se trabaja con sentimientos y emociones del núcleo fundamental de la sociedad.

Así lo estiman la doctora Xiomara Rivera Zamora y el doctor José Ramón Barberena Ramírez, jueces Tercero y Cuarto de Distrito de Familia respectivamente, quienes desde el 21 de noviembre pasado participan en comisiones técnicas de trabajo formadas para construir el perfil del juez y la jueza de Familia.

En las comisiones técnicas también trabajan jueces y juezas de las áreas penal y laboral, que igualmente diseñan el perfil del juez y la jueza en las materias jurisdiccionales de su competencia, en el taller que impulsa la Corte Suprema de Justicia a través del Instituto de Altos Estudios Judiciales (IAEJ).

Los jueces Rivera Zamora y Barberena Ramírez son fundadores de la justicia de Familia de Nicaragua, y coincidieron en que la persona que ocupa este cargo debe estar capacitada  para aplicar la norma legal en cada caso en concreto, sabiendo que en una audiencia hay “cientos de escenarios” que se pueden presentar y para lo cual debe estar plenamente preparada.

Alguien capacitado para sentarse en la silla del juez o jueza debe tener una conducta personal equilibrada; saber lo que está resolviendo (su trascendencia) y actuar con la imparcialidad que corresponde hasta resolver el conflicto planteado, opinó el doctor Barberena Ramírez.

Polifacéticos
La jueza Rivera Zamora estimó que para ejercer el cargo de juez de Familia no basta tener una calificación previa, sino también estar al día con los procesos de actualización frente a las reformas legislativas o cambios en la metodología del trabajo y conocer y dominar la incorporación de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC’s) en el ámbito del  trabajo de Familia. “Hay que manejar la interdisciplinariedad, porque a veces nos toca hacer hasta de psicólogas y psicólogos”, dijo.

“La descripción del puesto está ahí, pero quien tiene que darle sentido e imprimirle su sello es cada profesional”, opinó la jueza Xiomara Rivera Zamora

Por ley ahora “tenemos el perfil ocupacional desde las actividades que nos han sido atribuidas, pero, ¿qué es lo que como jueces de Familia hacemos en cada fase del proceso?”, se preguntó.

Si bien requieren del conocimiento técnico, también deben tener habilidades para tratar con personas, destrezas negociadoras para procurar una conciliación, “porque no podemos funcionar como autómatas; eso tiene que ver con temas del deber ser, cómo debo ser; tengo que interiorizar las actitudes y habilidades que debo asumir, de cara a la función que tengo que desempeñar”.

La judicial hizo estas reflexiones tomando en cuenta que en la justicia especializada de  Familia, el objeto del proceso es completamente distinto, porque se trabaja con las emociones del núcleo fundamental de la sociedad, algo totalmente distinto de otras materias como la penal, pues lejos de castigar al infractor “lo que buscamos es cómo recomponer la situación familiar”.

Explicó que con el trabajo que las comisiones realizan se trata de identificar necesidades de capacitación desde el punto de vista técnico-jurídico, así como de otras áreas que pueden fortalecer el desempeño del cargo de la mejor manera posible y para ello el funcionario ha de ser propositivo y empático.

Se trata de elaborar el perfil ocupacional del cargo y a partir de eso definir cuál debería ser el perfil educacional para luego contrastarlo con la realidad concreta, establecer qué es lo que el cargo me pide, qué es lo que debería yo saber hacer para ejercerlo y así identificar los vacíos o necesidades de capacitación con base a los dos anteriores, para tener el perfil deseado.

El convencimiento acerca de la trascendencia que tiene el ejercicio del cargo de juez de Familia es cualidad de un funcionario de esta categoría, dijo el doctor José Ramón Barberena Ramírez

Planteó que saber dirigir una audiencia, cómo se evacúan las pruebas y sus tipos (testimonial, documental o pericial), es algo que se asume como un hecho, pero si se dieran fallas hay que enmendarlas con capacitación y es por eso la necesidad de formación según un orden de prioridad, para desde esa lógica elaborar planes en un determinado periodo que respondan a los requerimientos institucionales.

La elaboración del perfil por competencia del juez y jueza en el sistema oral en las distintas materias, tiene su origen en los acuerdos adoptados en la décima novena edición de la Cumbre Judicial Iberoamericana de abril pasado, como una necesidad de uniformar los cambios normativos en el sistema de justicia oral de Iberoamérica.