“La solvencia moral se encuentra en la sociedad y por ende contamos con paz social y seguridad jurídica. Ese ambiente de convivencia es el que los califica para ser testigos idóneos y así contribuir a la administración de justicia acreditando que los testigos dan fe de los licenciados como personas honestas, honradas, responsables, con ética e intachables”, expresó el magistrado Martínez Sevilla.