“Hoy iniciamos un tiempo hermosísimo, que Dios nos da al asistir a misa y disponer nuestros corazones para vivir la Cuaresma”, dijo el padre Montenegro.

 

“La Cuaresma es un tiempo de mejora personal y comunitaria. Es una oportunidad que tiene el creyente para centrar de nuevo su relación con el Señor. Sobre todo, es un tiempo de gracia que Dios concede. Se trata de prepararse con devoción y generosidad durante cuarenta días para celebrar la Semana Santa y la fiesta de la Pascua y la Resurrección,” agregó. 

 

Luego se realizó la imposición de ceniza, participando las magistradas del Tribunal de Apelaciones de León y trabajadores católicos.