Como parte de la consulta, López Bonilla abordó a dos niñas que ese día acudieron con sus padres y madres a la sede judicial, y les pidió que expresaran con toda confianza y sinceridad si al llegar a los juzgados algo o alguien les había molestado o causado algún malestar para corregir el error y no volver a repetirlo.

 

Las niñas aseguraron sentirse bien atendidas por el personal del tribunal, incluidos los oficiales de Seguridad Interna y las psicólogas, al tiempo que dijeron que no cambiarían nada porque se sienten bien tratadas.

 

López Bonilla, quien es psicopedagoga y trabaja temas sobre políticas públicas, derechos humanos y protagonismo de la niñez, también se reunió con el Consejo Técnico Asesor (CTA) de esta sede judicial integrado por psicólogas y trabajadoras sociales, quienes le ilustraron sobre la evolución experimentada por la Justicia Especializada de Familia desde el año 2009 hasta la fecha.

 

El CTA del Tribunal de Familia está integrado por las psicólogas Silvia Taleno Oporta, Luz Haydée Herrera Vásquez, Cintya Alvarado, Eynar Fuentes e Hilda Gonzáles y las trabajadoras sociales Maria Lourdes Medina, Claritza Álvarez, Johana Pantoja, Martha Estrada y Claudia Moncada Borge.

 

Amplia exposición

En el encuentro que la psicopedagoga sostuvo con el CTA, se examinaron los avances experimentados y su impacto en la calidad de la atención que esta instancia aporta desde su función de auxiliar judicial en los procesos de familia; los desafíos y la contribución que como equipo interdisciplinario aportan para que niños, niñas y adolescentes sientan que están ejerciendo su derecho a ser escuchados y tomados en cuenta.

 

Entre los avances alcanzados por el sistema de justicia de Familia, mencionaron el aumento en el número de psicólogas y trabajadoras sociales en diez años de especialización de la materia, pues de un equipo interdisciplinario la cifra subió a cinco en ese mismo período.

 

La elaboración, aprobación y aplicación de un protocolo de actuación para los Consejos Técnicos Asesores de Familia desde el año pasado; la modernización de las leyes de Familia, la capacitación recibida por los operadores de justicia, la participación de pasantes en la práctica diaria y la creación de áreas o ambientes especiales para niños, niñas y adolescentes en la sede judicial, equipada con utilería afín  para brindar una tención lúdica a las personas menores de edad, figuran entre los avances enumerados.

 

En cuanto a los desafíos y de cara a mejorar la calidad del trabajo, refirieron que pese al refuerzo de los CTA, se necesitan más psicólogos y trabajadores sociales, porque aún con los cinco equipos existentes para los catorce juzgados “estamos sobre saturados” dada la demanda de estudios ordenados por las autoridades judiciales.

 

Las psicólogas y trabajadoras sociales plantearon las medidas que, a su juicio, el Poder Judicial debe adoptar para mejorar la protección y el acceso a la justicia de los niños, niñas y adolescentes, ante cualquier situación que vulnere o amenace sus derechos humanos, entre ellas una intensa campaña de difusión para que las parejas en conflicto propicien una solución conciliando en otros ámbitos y no necesariamente el judicial.

 

La consultora culminó su visita diciendo que de las intervenciones realizadas por el CTA, se  identifica un abordaje más sistémico, humano e interdisciplinario hacia los usuarios del sistema de justicia de familia, y que tanto psicólogas como trabajadoras sociales hicieron sentir su apropiación del rol que les toca desempeñar así como un auténtico compromiso por  querer hacer bien las cosas.

 

En el encuentro participó la coordinadora del Tribunal de Familia, licenciada Eliette Rivas Izaguirre.