Escrito por Janelys Del Socorro Carrillo Barrios
* Su relación está cimentada en el respeto, la cooperación y protección mutua; el trato tolerante, digno e igualitario.
Compartir una vida en común y constituir una familia basada en la solidaridad y el respeto mutuo, son principios del Código de Familia que Marlene de los Ángeles Sequeira Gómez e Israel Tijerino Téllez refrendaron el Día de San Valentín, durante la boda masiva efectuada por la Corte Suprema de Justicia y la Nueva Radio Ya.
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Un sueño de 36 años se hizo realidad este 14 de febrero. |
Rodeada por la algarabía de otras 404 parejas, testigos y familiares convidados a la fiesta del amor y la amistad, la novia se levantó de su silla de ruedas, Israel la tomó por el talle y ambos se fundieron en un beso de película, después de dar el consentimiento para unirse en matrimonio.
“Me dio la polio cuando tenía dos años; quedé como un niño recién nacido, sin poder sentarme, mi mamá me sentaba acuñada con almohadas… él (Israel) me conoció en silla de ruedas y con este brazo fregado porque me caí y me fracturé...él me recibió así, me aceptó así, él dice que no le importa mi impedimento”, dice con agradecimiento.
La pareja se conoció en 1984, cuando él tenía 17 años y ella 23. “Estábamos jóvenes, fuimos novios a escondidas, pero un día se me perdió”, dijo Marlene, tras lo cual él acotó: “Cuando volví (años después) ya tenía su primer hijo y estaba comprometida (por eso) me le volví a perder, me sentí mal, andaba como perro sin dueño, peor que pizote solo…”.
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Respeto, cooperación y protección mutua; trato tolerante, digno e igualitario y solidaridad afectiva, son los cimientos sobre los que descansa la relación de Marlene Sequeira Gómez e Israel Tijerino. |
Desde aquella fecha pasaron 33 años, en los que tanto él como ella tuvieron hijos con parejas diferentes. Por su discapacidad, Marlene sufrió discriminación por parte de quienes en su momento se dijeron enamorados de ella, pero luego la abandonaron sabiéndola embarazada. “Se afrentaban de mí, dos de ellos negaron a mis hijos”, dijo.
Israel relató que hace unos tres años lo atacó un sentimiento de angustia. “Quería verla pero tenía miedo de ir a buscarla y que me dijeran que ya no estaba viva…me agarró soñadera (con ella) y me dije: voy a buscar a Marlene… (soñaba) cosas muy bonitas, un reencuentro; que éramos un matrimonio; fui a buscarla y para que viera que mis intenciones eran buenas le pedí matrimonio y le dije a Dios que si era su voluntad me la diera por esposa”, recordó.
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En la segunda fila del bloque derecho, los novios esperaron la tan esperada frase: “Quedan unidos en matrimonio”. |
Sueño hecho realidad
En abril, Marlene e Israel cumplirán tres años de convivencia, pero su sueño de casarse en una hermosa ceremonia sólo pudieron realizarlo el 14 de febrero, gracias al esfuerzo y la voluntad de las autoridades involucradas. En este tiempo, el buen trato, la solidaridad, la ternura y el respeto mutuo consignados en el Código de Familia para el tema del matrimonio, han sido el patrón de conducta de la pareja.
Israel y Marlene viven en pobreza; alquilan un cuartito y el alimento llega a sus bocas por el tesón con que él vela por su pareja. Mientras ella se dedica a los quehaceres del hogar, él “rebusca” el sustento, tras perder su empleo en una vulcanización. Sobreviven de rumbitos como rozar algún terreno y del “churequeo” para obtener material de reciclaje.
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Como si nunca quisieran separarse, los novios permanecieron abrazados por largo tiempo luego de la ceremonia. |
Pese a la adversidad, la pareja asegura que los momentos más felices de sus vidas son cuando conversan y se comprenden. “No pensamos separarnos nunca, más que ya estamos casados es mucho mejor todavía, pensamos amarnos hasta la muerte; él es bien cariñoso conmigo, si enfermo él me lleva al hospitalito de Ciudad Sandino; en septiembre estuve internada con sospecha de dengue y él me cuidó toda la noche”, afirma Marlene.
En compensación, Israel recibe ternura, mimos y atenciones de su esposa. “Lo que me gusta de ella es que corresponde mi amor, me aprecia, me cuida, ella lava, cocina, me atiende, me dice aquí está tu ropa lavada, la que te vas a poner mañana”, dijo.
El matrimonio Tijerino-Sequeira aconsejó a las parejas que están considerando el divorcio buscar a Dios. “Nosotros nunca nos vamos a divorciar; a esas parejas les decimos que busquen de Dios, el amor es bonito, quererse y amarse es lo más bello, nosotros prometimos vivir juntos hasta la muerte, hasta el último día que nos preste Dios”, sostuvo la pareja.