Los novios y novias escucharon el mensaje del juez quinto de distrito de Familia, Dr. Diego Manuel Arana, quien les invitó a transformar patrones patriarcales que solo discriminan a la mujer.

El juez Arana Castillo llevó el mensaje central de la boda colectiva que la Nueva Radio y la Corte Suprema de Justicia han impulsado por 19 años consecutivos, en celebración del Día del amor y la amistad, con el apoyo del Registro del Estado Civil de las Personas.

“No a todos les es dado casarse, esto es porque el matrimonio es un compromiso para crecer y madurar…deben procurar no convertir su relación matrimonial en una rutina… la rutina cansa, nos olvidamos que como a una planta, el matrimonio debe ser abonado con la tolerancia, comprensión, comunicación, buen trato… cometerán errores, de eso se trata, de aprender y si uno cae, está la mano del otro presta para levantarlo y seguir juntos”, advirtió.

Ellos dieron fe de que el amor no tiene edad.

El judicial felicitó a los contrayentes porque la mayoría de los matrimonios adoptó el régimen de comunidad de bienes, lo que a su juicio es una expresión del convencimiento de las parejas de que en el matrimonio “desaparece el tuyo y el mío, para dar paso a lo nuestro”.

Recordó que antes el matrimonio era un contrato con el fin de procrear, pero recalcó que eso  ha cambiado; hoy en día la Constitución y el Código de Familia establecen que se basa en la decisión voluntaria de un hombre y una mujer, que deciden compartir una vida en común y constituir una familia basada en la solidaridad y el respeto.

La jueza décimo segundo de distrito de Familia, Dra. Verónica Castro Dávila, hizo la juramentación de los nuevos esposos y esposas.

Igualdad en todo
Enfatizó en el hecho de que un matrimonio impone igualdad de derechos y responsabilidades, tanto para el hombre como para la mujer; por ello, debe entenderse que el cuido, crianza, formación y educación en valores y hábitos de los hijos, no solo es tarea de la madre.

“Debemos transformar patrones patriarcales que discriminan a la mujer… los padres deben tomar una posición cada día más activa en la formación de sus hijos, y éstos deben  colaborar en las tareas domésticas”, señaló.

La realización de la boda colectiva es una expresión de la voluntad y coordinación de instituciones por ordenar y formalizar las relaciones de pareja.

La jueza décimo segunda de distrito de Familia, doctora Verónica Castro Dávila, fue la encargada de tomar el consentimiento de las parejas para unirse en matrimonio por su libre y espontánea voluntad, aprobación que los contrayentes sellaron con un largo beso, en medio de los aplausos y la algarabía de testigos y familiares que llegaron para acompañarles.

En la fiesta del amor intervinieron el sacerdote Antonio Castro, el pastor de la iglesia Presbiteriana Mendelson Dávila y la ministra de la Familia, licenciada Johana Flores, quienes reiteraron en la importancia de que cada matrimonio cultive la tolerancia, la comunicación, la solidaridad, la comprensión, la paciencia, la independencia y la espiritualidad, virtudes que en su conjunto se traducen en el antídoto contra la rutina, la violencia y el desamor.

La gran mayoría de las parejas que este 14 de febrero formalizó su relación, decidió administrar sus bienes materiales en la modalidad de comunidad.

“Nada justifica cualquier expresión de violencia o irrespeto; todo se resuelve con comunicación y buena voluntad”, sostuvo la ministra Flores, mientras que el pastor Dávila y el sacerdote Castro aseguraron que “donde hay amor hay perdón”, pues de lo contrario, el matrimonio se vuelve un campo de batalla.

Como invitados al evento asistieron los jueces cuarto y quinto de distrito de Familia, doctores José Ramón Barberena y Diego Manuel Arana; noveno, décimo primero y décimo segundo de Familia, doctoras María de los Ángeles Soza, Karen Gutiérrez y Verónica Castro; juezas, notaria doctora Cecilia Hurtado y el director del Registro del Estado Civil de las Personas de Managua, licenciado Dolores de Jesús Rodríguez, entre otros.

El evento fue presidido por los jueces de Familia y la notaria Dra. Cecilia Hurtado (centro).