Doctora María José Arauz Henrique, jueza Primero de Distrito de Familia de Managua.

Si esto no es habitual durante un trámite conciliatorio, tampoco lo es el hecho de que los ex esposos se trencen en un apasionado beso aprovechando que la jueza que tramita su divorcio sale un momento  del despacho.

“Cuando volví con la copia del acta y vi la escena del beso me quedé de una pieza. Cerré la puerta y esperé unos minutos afuera,¨ recordó la doctora María José Arauz Henríquez, jueza Primero de Distrito de Familia de Managua.

En cualquiera de los casos los jueces de Familia opinan que muchas relaciones podrían perdurar si antes de divorciarse las parejas pasaran por un proceso de reflexión con ayuda profesional, para aprender a lidiar con los conflictos que surgen en la vida conyugal.

Aunque no con mucha frecuencia, en el ejercicio de sus cargos los jueces Benavidez y Arauz han asistido a episodios similares y coinciden en que cuando ocurre una reconciliación, la alegría y la satisfacción que les embarga es inmensa porque significa que la familia puede restaurarse y volver a unirse con mayor solidez.

En el caso del juez Benavides Cruz, la frase mágica saltó en medio de la acalorada discusión que la pareja sostenía durante el trámite conciliatorio, en el que el tema de la infidelidad parecía no dar cabida a reconsiderar la decisión de separarse.

La magia del “te quiero”
“Se trataba de una demanda de divorcio unilateral interpuesta por él y según la Ley 38, en esa circunstancia no es tarea del juez propiciar una reconciliación, pero les pregunté si querían hablar y desahogarse y finalmente él planteó que desistía de la demanda”, recordó el doctor Benavides.

“Con los años, el juez y la jueza desarrollan su intuición y saben cuándo la pareja no quiere separarse e intenta reconciliarse o cuándo sí lo desea; a veces sus miradas dicen que todavía hay amor, pero siguen adelante con el divorcio porque tal vez hizo falta ayuda para comprenderse, comunicarse mejor o aprender a convivir con los problemas”, manifestó la doctora Arauz Henríquez.

Para el juez Séptimo de Distrito de Familia, el trámite conciliatorio ha demostrado ser eficaz para que la pareja que ya no quiere mantenerse unida salvaguarde el derecho de los hijos respecto a los alimentos, la guarda y cómo se relacionarán con ellos, ya que en la gran mayoría de casos no hay bienes que distribuir “y eso facilita las cosas”.

Los judiciales también refirieron que cuando la decisión de divorciarse es por mutuo consentimiento, las disputas y reclamos son excepcionales, ya que casi siempre la pareja lleva tiempo de haberse separado físicamente, tal vez ya tiene un nuevo compañero o compañera y puede dialogar de forma pacífica.
 

Doctor Luis Benavidez Cruz, juez Séptimo de Distrito de Familia de Managua.

La doctora Arauz indicó que en su experiencia de más de cinco años como juez de Familia, ha tenido la oportunidad de conocer de al menos seis reconciliaciones entre parejas, a las que les ha sugerido que para mejorar la comunicación busquen apoyo en los consultorios que existen en la UNAN o la UCA.

Señaló que para que una relación sea duradera las parejas deben conocer bien la personalidad del otro y consideró que debería haber una campaña nacional para promover el buen trato entre ellas, sabiendo que esposo y esposa o compañero y compañera de vida, son iguales en dignidad, derechos y obligaciones.

En lo que va del año, los siete jueces de Distrito de Familia han realizado alrededor de 1,400 trámites conciliatorios.