Escrito por Janelys Del Socorro Carrillo Barrios
* Jefa de Asuntos Internos de la Policía dice que la filosofía del estatuto apunta a la maternidad y paternidad responsables.
El Código de Familia, que el ocho de mayo cumplió un mes de haber entrado en vigencia, rompe la estructura mental de la sociedad y en la medida en que lo conozcamos, lo divulguemos y nos apropiemos de él, “vamos a mejorar los niveles de convivencia en la sociedad”.
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La jueza Primero de Distrito de Familia, doctora María José Arauz Henríquez, explicó la esencia del Artículo 280 del Código de Familia a la audiencia de Voces de la Integración, de Radio 580. |
Esa es la reflexión de la comisionada mayor Vilma Rosa González González, jefa de Asuntos Internos de la Policía Nacional, quien junto a 47 oficiales más recibió el seminario del Código de Familia preparado por el Instituto de Altos Estudios Judiciales e impartido por los jueces Xiomara Rivera Zamora y José Ramón Barberena Ramírez.
Además de la Policía Nacional, instituciones como la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos (PPDDHH) y medios de comunicación se han sumado al estudio y divulgación del estatuto, con el fin de implantar en la conciencia social los principios, los fundamento jurídico-filosófico y la función y procesos de las sedes administrativa y jurisdiccionales contenidas en el Código de Familia.
La jefa policial de Asuntos Internos consideró que el Código “da un vuelco a la forma de pensar y actuar de la sociedad, (acostumbrada a que) la mujer siempre carga el embarazo por nueve meses y asume toda la responsabilidad”, cuando su pareja la abandona a su suerte.
Optimista porque a su juicio “lo más importante es que la aplicación del estatuto sea efectivo (y con el tiempo) se traduzca en una maternidad y paternidad responsable”, la comisionada mayor González también destacó la calidad de los docentes Rivera Zamora y Barberena Ramírez.
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El juez Cuarto de Distrito de Familia, doctor José Ramón Barberena Ramírez, con los discentes del seminario impartido a los jefes de Asuntos Internos de todo el país, entre otros funcionarios policiales. |
Capacitación de calidad
“Cuando vamos a las universidades vemos docentes pero no especialistas, y esta es la gran diferencia entre una capacitación con la calidad y preparación de los jueces Barberena y Rivera Zamora, y la que imparten las casas de estudio superior,”, manifestó la directora de Asuntos Internos, al externar que “es un privilegio tener en la casa de la Policía a dos jueces especialistas en el tema de Familia”.
Martín Hernández Mejía, de Asuntos Internos-Managua, dijo que “la jefatura de la Policía Nacional está interesada en que nos actualicemos, porque como oficiales tenemos la obligación de conocer, cumplir y hacer cumplir la Constitución y las leyes, y de ahí la necesidad de ponernos a tono con la legislación para ejercer la parte que nos toca en el ámbito de nuestra competencia, particularmente en las especialidades de Auxilio Judicial y las Comisarías de la Mujer”.
Explicó que como oficina de Asuntos Internos, reciben la denuncia de la población cuando no queda satisfecha con el servicio que les brinda Auxilio Judicial y las Comisarías de la Mujer, razón por la que para poder resolver las quejas deben conocer las facultades que el Código da a esas estructuras y así resolver las demandas.
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La jueza Tercero de Distrito de Familia, doctora Xiomara Rivera Zamora, con procuradores especiales y funcionarios de la institución en todo el país, durante el estudio del Proceso Especial Común del Código de Familia. |
Debate por Artículo 280
En la PPDDHH, la jueza Rivera Zamora expuso el proceso especial común de Familia y respondió a las diversas consultas planteadas por los procuradores especiales de la Niñez y la Adolescencia, de la Diversidad Sexual y la Mujer, entre otros funcionarios.
En tanto, la jueza María José Arauz explicó ampliamente los alcances del Artículo 280 del Código de Familia, referido a la responsabilidad, derecho y deber de la madre y el padre de familia, de brindar dirección y orientación apropiada al hijo e hija sin poner en riesgo su salud, integridad física, sicológica y su dignidad personal.
El Código de familia establece que “bajo ninguna circunstancias se utilizará el castigo físico o cualquier tipo de trato humillante como forma de corrección o disciplina”.