El licenciado Téllez les explicó lo fácil que es introducirse al mundo de las drogas y lo difícil que es salirse,  ya sea como consumidores al convertirse en adictos o en repartidores cuando los adolescentes son quienes  las  venden.

Paola Castro, sicóloga integrante del equipo interdisciplinario del juzgado, explicó que una de las razones del porque los adolescentes se introducen en este mundo, es la presión del grupo, las ganas de sobresalir, la baja autoestima; y el abandono y descuido de los padres de familia.

“Las drogas pueden tener efectos inmediatos y duraderos en nuestro cuerpo. Afecta el cerebro y después va con otros órganos como la piel, el pelo o los ojos. Por ejemplo, la pega de zapato causa perdida de la audición y daño en el cerebro; la marihuana afecta la parte que controla memoria, la atención  y parte el aprendizaje”, agregó Castro.

El licenciado Téllez explicó que una de las consecuencias de las drogas es la adicción y lo peligroso que es depender de ellas, porque estas terminan controlando y afectando la vida del adolescente en todos los aspectos.

“Una persona se vuelve adicta o en riesgo cuando se pone ansiosa y en ese estado se consume la droga con más frecuencia y en mayor cantidad. Por eso desea la droga constantemente. Hace lo imposible para conseguirla y a la vez en dejarla. Pero no puede y es por eso que los adolescentes se vuelven irresponsables y no cumplen con las tareas”, dijo Téllez.

En la charla también participó el  Ministerio Público, representado por la fiscal Griselda Ramírez, quien explicó que los adolescentes mayores de 13 años pueden ser judicializados  y que la situación puede empeorarse cuando el caso tiene que ver con el tráfico o venta de drogas, aunque las medidas son menores cuando tiene que ver con su consumo y especialmente con adicción.

El sub inspector de la Policía Nacional en Granada, Manuel Aguirre, sugirió a los asistentes a denunciar a los expendedores, ya sea cerca de los colegios o en los barrios, porque solamente trabajando en conjunto con la comunidad se puede disminuir y erradicar el micro tráfico.

“Nosotros debemos trabajar junto con los estudiantes y la comunidad para poder combatir efectivamente este problema. Tenemos que trabajar juntos para combatir la venta de la drogas en los alrededores de los colegios y en los parques. Estos expendios se mantienen cuando la gente tiene miedo de denunciarlos”,  explicó el sub inspector Aguirre.

La doctora María Graciela Monterrey, titular del Juzgado de Adolescentes de Granada, concluyó  la asamblea estudiantil sugiriéndoles a los jóvenes que se alejen de las drogas y de aquellos que se las ofrecen, e instó a los estudiantes a promover una juventud sana y responsable.

“Yo espero que después de esta charla todos reflexionen. Si alguien ha probado las drogas por curiosidad, escuchen estos consejos que se brindaron aquí. Todos pasamos por la adolescencia. Debe haber una juventud sana en Nicaragua. Espero que ninguno de ustedes me llegue a visitar a mi despacho, porque prefiero que lleguen a mi casa y no al juzgado”, finalizó Monterrey.