Durante su comparecencia, el doctor Barberena Ramírez también abordó diversos temas derivados de las relaciones de pareja, tales como la importancia de la responsabilidad parental en la formación y crecimiento de los hijos, aún cuando después de haber convivido se produce el rompimiento sentimental entre los padres.

 

Tras definir los conceptos de matrimonio y unión de hecho estable, cuyas características destacan el mutuo consentimiento de los contrayentes para hacer y compartir una vida en común y constituir una familia basada en la solidaridad y el respeto mutuo, exaltó la responsabilidad por igual del padre y la madre frente a los hijos.

 

Hizo ver que con frecuencia, los procesos judiciales dejan al descubierto que si el hijo sale mal en clases el padre culpa a la mamá porque no le ayudó a hacer las tareas; si peleó en el colegio y lo mandan a llamar, la culpable de la indisciplina es la mamá que no lo sabe educar y en definitiva, siempre el demandado achaca la conducta del hijo a la progenitora, como si la responsabilidad es exclusiva de ella.

 

Insistió en la trascendencia que tiene para un hijo o hija el hecho de contar con un padre y una madre que esté presente en su vida y no solo a través de una pensión de alimentos que satisfaga los tres tiempos de comida.

 

“A veces los padres sólo existimos en la partida de nacimiento y en la moneda sólo porque entregamos la pensión, pero no nos ocupamos de saber en qué grado está nuestro hijo o hija; en qué colegio estudia, si es buen o mal alumno, a qué hora se acuesta y se levanta, quiénes son sus amistades y qué hacen cuando no están con nosotros”, aseguró.

 

Recordó que entre los cientos de casos que ha examinado en su función como autoridad de Familia, tuvo el de un adolescente de 17 años que estaba metido en drogas y que tras visitarlo en dos centros de rehabilitación, pudo explicarse que la razón de su conducta era el abandono que sufría por parte del padre.

 

“La conducta de los hijos no es por puro gusto. El estudio psicológico que se le practicó al joven indicaba la desatención de la figura paterna hacia él, pues el demandado hasta pretendía dejar de entregar la pensión de alimentos”, agregó.

 

Al reiterar que el matrimonio es un derecho constitucional y una responsabilidad del Estado, refirió que cuando una pareja decide hacer una vida en común se constituye en la directora  de la familia, entendiendo que esa dirección debe ser en igualdad de condiciones, responsabilidades, obligaciones y derechos.

 

Es por eso, señaló, que tratándose de un matrimonio o una unión de hecho estable, el Código de Familia no dice que el hombre o la mujer es cabeza de la familia, el Código promueve la igualdad de la pareja, pero en este último caso, las parejas deberían acudir ante un notario para hacer la declaración notariada de esta y así darle fuerza a su relación, sugirió.