Escrito por Janelys Del Socorro Carrillo Barrios
* Niña de 13 años asegura que su padre ha sido una figura decorativa en su vida y adolescente defiende la pensión de alimentos que su progenitor pretende disminuir.
Representadas por sus respectivas madres, una niña de 13 años y una adolescente de 16 enfrentan por la vía legal a sus padres; la primera para que una jueza de Familia suspenda al papá la autoridad parental sobre ella, y la segunda para que no se le reduzca la pensión de alimentos que recibe, tal como su progenitor pretende hacer.
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La mamá de la niña de trece años ha sostenido y empujado sus sueños y se confiesa orgullosa de oírla hablar fluidamente con otras personas en idioma inglés.
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Aunque no se conocen entre sí, la niña y la adolescente tienen talento para los idiomas y desean ser grandes profesionales. No quieren saber nada de sus padres, porque la figura de estos ha estado ausente a lo largo de sus vidas, con la diferencia de que en el segundo caso, el maltrato físico y sicológico que el progenitor le causó cuando vivían juntos, un día la llevó a tomarse 20 pastillas para suicidarse.
Desde aquel evento han pasado tres años, en los que la adolescente debió someterse a terapia para superar los estragos de su tormentosa niñez; sin embargo, el llanto y las heridas emocionales afloraron el día que se realizó la audiencia de escucha, a cargo de la jueza Segundo de Distrito de Familia, doctora Marlene Zamora Zepeda.
La literatura relativa al tema de Familia define al “padre ausente” como el hombre que no sabe ejercer o no entiende su rol como tal, por lo que al desaparecer de la vida del niño, niña o adolescente le genera un vacío físico capaz de causarle heridas emocionales que afectan la construcción de su mundo.
Y agrega que “si aún estando” el padre no sabe o no quiere ejercer su rol, su figura se torna en una “ausencia psicológica” y es incapaz de aportar seguridad, cariño o reconocimiento, y deja corrientes de vacío en el corazón de su hijo o hija.
La adolescente relató que su martirio empezó a los ocho años, cuando los pleitos entre sus padres arreciaron y él descargaba su furia en ella. “Me moreteaba las piernas porque salía mal en clase o no le hacía caso; decía que yo era un animal, que era un error y que no servía para nada; le pegaba a mi mamá y yo sufría por eso”, relató la joven llorando incontenible.
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| Lic. Luz Haydée Herrera, psicóloga del Tribunal de Familia. |
Estragos emocionales
El maltrato continuó en la escuela, porque cuando entre sus compañeros de clase se difundió la noticia del divorcio de sus padres, empezaron a discriminarla y asediarla por considerar que era indigna de estudiar en un colegio cristiano.
“Me hacían bullying por mi situación económica y la separación de mis padres; en los baños me pegaban y me decían que era pobretona y que mis padres no me querían; en ese tiempo se me cayó el pelo hasta que quedé calva y por eso se burlaban de mí”, aseguró la joven que a sus 16 años domina a la perfección el inglés y el francés.
Resiente que con tal de disminuirle la pensión de alimentos, su progenitor ha reconocido como hijos los de otras mujeres con los que ni siquiera se relaciona. “Vino a pedir que le bajen el monto de la pensión de alimentos, sin importar que yo estoy en la universidad”, aseguró.
Para la licenciada Luz Haydée Herrera Vásquez, psicóloga que valoró al padre de la adolescente, el comportamiento del hombre se caracteriza por adoptar “conceptos tradicionales patriarcales y ejercer estilos de crianza autoritarios”, además que es emocionalmente inestable y mantiene una relación disfuncional con la madre de aquella.
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| Lic. Erica Castillo Castillo, representante legal de la madre de la niña de trece años. |
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Por su parte, la niña de trece años dijo a la psicóloga Eynar Fuentes Toruño que a su padre biológico tal vez lo ha visto cinco veces en toda su vida y por tanto no lo ve como tal. Desde su punto de vista, que a su padre le suspendan la autoridad parental sobre ella le facilitará el acceso a oportunidades de estudio, ya que su mamá sí lucha por conseguirle mediante becas.
“Quiso actuar como padre responsable aunque no lo es; gracias a su actitud he perdido oportunidades de conseguir becas porque no me apoya, mi mamá necesita sacarme el pasaporte y él no se presenta a los trámites, sólo da excusas y eso cuenta como ausencia, él mismo se afecta con su actitud, con su falta de responsabilidad”, advirtió la niña.
La psicóloga estimó que el papá de la menor de edad debe asumir su rol con responsabilidad y tomar conciencia de la importancia de participar en la formación integral de su hija, sin mezclar el rol conyugal con el parental, dada la excusa que invocó de que por estar desempleado dejó de visitarla.
La abogada Erica Castillo Castillo, representante legal de la madre de la niña, relató que como el demandado jamás se preocupó por establecer comunicación con su hija, el día que coincidieron en el Tribunal de Familia ni siquiera la reconoció, a pesar de que en tres ocasiones pasó delante de ella.
“Soy buena para los idiomas, también me gusta el Derecho y las matemáticas, pero he perdido dos veces la oportunidad de estudiar inglés por la ausencia de mi padre”, lamentó la niña, mientras que la adolescente aseguró que será una gran ingeniera con reconocimiento nacional e internacional.
